Mitos en la Acústica

person Publicado por: David Fernández Jover list En: Aislamiento Acustico - Insonorizacion En: comment Comentario: 0 favorite Golpear: 5531

Hoy queremos contarte alguno de los mitos que recorren nuestra sociedad acerca del uso de materiales caseros para insonorizar. Todos hemos oido hablar de las cajas de los huevos, de la madera, etc. Pero ¿realmente son acústicamente efectivos?

La acústica es una ciencia muy joven, hasta el año 1900 no comienzan a conocerse conceptos tan claves como el tiempo de reverberación cuya formula dio a conocer Wallace C. Sabine. Por ello no es de extrañar que entorno a esta división de la física que estudia el sonido, infrasonido y ultrasonido, es decir ondas mecánicas que se propagan a través de la materia (tanto sólida como líquida o gaseosa), surjan muchos mitos y falsas verdades.

Tal vez el más conocido, pero no el único, es utilizar las típicas cajas de cartón de los huevos en paredes y techos para insonorizar y evitar tanto que el sonido exterior se introduzca en una estancia concreta, muy habitual en estudios de grabación caseros, o que el sonido de una sala se propague de dentro hacia afuera, por ejemplo, en un lugar de ensayos musicales.

Insonorizar una sala

Mitos para insonorizar

Es de sobra conocido que las cajas de huevos, como su propio nombre indica, sirven para guardar huevos pero pese a esta lógica aplastante, y dado el desconocimiento en la materia, erróneamente mucha gente piensa que las cajas de huevos sirven para insonorizar, es decir como aislante acústico casero, y como absorbente acústico, debido a su gran parecido al panel acústico Alveolar

La realidad es que el rendimiento a nivel de acústica de una caja de huevos es muy bajo, al estar fabricadas de celulosa prensada y aglutinada con resinas. Aunque es un material algo más absorbente que el propio hormigón de las paredes o que el cristal, colocando cajas de huevos en paredes y techos se obtendría el mismo resultado que empapelando con periódicos las paredes, puesto que no se trata de un material fonoabsorbente. Para reducir el eco y la reverberación, además de para insonorizar acústicamente una estancia, se utilizan otros materiales como la espuma acústica de alta densidad que unido a un diseño muy específico contribuye a reducir las primeras reflexiones acústicas de una sala y el tiempo de reverberación, obteniendo un sonido más nítido, controlado y definido.

Un estudio realizado por A. Esteban, G. Castelruiz, A. Cortés e I. Álvarez, en 1999 demuestra la falsedad del mito de las hueveras. Atraídos por la leyenda de las hueveras y por otras creencias como que una estantería repleta de libros absorbía también el sonido o que las rozas en las paredes y diferentes acabados superficiales favorecían el aislamiento del ruido aéreo, optaron por demostrar empíricamente la falsedad, o la veracidad, de estas afirmaciones. Para ello realizaron una serie de ensayos y experimentos en cámaras acústicas móviles del Laboratorio de Control de Calidad en la Edificación del Gobierno Vasco en Vitoria y en otras cámaras cedidas por DELTA Acoustics&Vibration.

Caja de huevos para insonorizar

Cajas de huevo para insonorizar

En estos espacios procedieron a conocer cual era el nivel de absorción acústica de las hueveras de cartón y de las estanterías de libros reproduciendo lo más fielmente posible sus condiciones habituales. Así mismo y, para estudiar la influencia de las rozas sobre el aislamiento del ruido aéreo, los ensayos se realizaron en tres tipos de cerramientos distintos, fábrica de bloque de arcilla expandida y superficies enfoscada, fábrica de ladrillo perforado a media asta, enfoscado y enlucido, y cerramiento doble de bloque de hormigón y enlucido de yeso. En el caso de los acabados superficiales los ensayos se realizaron sobre dos cerramientos diferentes (un bloque de arcilla expandida y una termoarcilla) con dos acabados superficiales:  ambas caras con un enlucido de yeso de espesor 1,5 cm y ambas caras enfoscadas con 1,5 cm de mortero.

Los resultados registrados mostraron la falta de efectividad como materiales absorbentes y aislantes de las hueveras de cartón. Sin embargo, una estantería repleta de libros sí que presenta una absorción a tener en cuenta, sobre todo en bajas frecuencias.

Por otro lado, los ensayos demostraron que la instalación eléctrica mediante rozas no influye en el aislamiento, ni aún en el caso más desfavorable de tener una instalación por cada cara y coincidiendo, y que el incremento de masa que supone cambiar el acabado de yeso a mortero, aumenta notablemente el aislamiento a ruido aéreo.

Queda por tanto demostrado que, si vais a instalar una sala de ensayos o de grabaciones en vuestra casa, por muchos huevos que comáis, reciclar las cajas de cartón porque de poco os van a servir colocándolas en las paredes.

El mito de las hueveras no es el único, aunque sí el más conocido, en cuanto acústica se refiere.

Acústica en las iglesias

Seguro que habéis escuchado que las iglesias tienen una excelente acústica, debido a que los tiempos de reverberación son de 3 y 4 segundos. Ciertamente tienen buena acústica pero para escuchar el canto gregoriano o música escrita para órgano. Otros estilos de música sufren de una reverberación excesiva y el sonido se vuelve muy cargado, dado que un exceso de reverberación produce excesiva energía sonora que no deja escuchar el mensaje correctamente.

Acústica en las iglesias

Botellas rotas en una sala

Alejándonos de la “acústica sacra” otra leyenda urbana hace referencia a que la buena acústica de las salas se debía a que existían botellas de cristal rotas ubicadas por diferentes lugares de la sala. Parece que era habitual encontrar dichas botellas en los rincones y por este motivo se sacó tal relación. La verdad de la existencia de botellas rotas era que las tiraban los obreros que trabajaban en la sala durante sus comidas. La aportación de estas botellas en la acústica de la sala es nula.

La madera como material acústico

Finalmente, también es muy escuchado que las salas revestidas totalmente con madera tienen una acústica mejor que las de cualquier otro material. Esto se dice porque la gran mayoría de instrumentos de cuerda disponen de una caja de resonancia de madera. Esta afirmación no es cierta ya que la acústica de una sala viene condicionada por diferentes factores, como la buena distribución o la utilización de materiales específicos para acondicionamiento acústico. No hay más que comprobar que los teatros antiguos tienen escasa cantidad de madera y usualmente están en su totalidad cubiertos de yeso pintado, telas y cartón yeso que imita la madera.

Para conocer más sobre mitos de la acústica recomendamos el libro “Acústica arquitectónica” de Manuel Recuero y Constantino Gil, pero si realmente se necesita acondicionar acústicamente o insonorizar un local o una sala, los más adecuado es acudir a un buen profesional para que la inversión no sea en balde. En Acústica decorativa se encuentra todo el material que se pueda necesitar, fácil, sencillo y rápido de colocar y nuestro equipo técnico para asesoraros para cualquier cálculo o duda que pueda surgir.

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